lunes, 20 de mayo de 2013

EL FAN DE MARGOT



Estuviste maravillosa como siempre, querida. No, hoy no he comprado los periódicos pues siempre dicen lo mismo: La bella Margot, espectacular, recibe los aplausos y vítores de un teatro enfebrecido. ¿Yo?. En el mismo palco  en el que cada noche te veía salir radiante y espléndida para entregarte al personaje de la mujer angelical que cae rendida en los brazos del amado,  dejándome el corazón henchido de pena, desconsuelo y celos. Ya lo sé. Me lo has dicho miles de veces pero no logro acostumbrarme. En las primeras representaciones cuando José Ramón besaba tus labios con esa pasión desbordada que parecía escapársele del alma, salía al pasillo rumiando mi furia. Ya lo sé, ya sé que me pongo pesado por eso no insisto. Qué alegría Margot ver como una vez tras otra, el telón baja, sube y vuelve de nuevo a bajar como doblegándose al encanto de tu interpretación prodigiosa.¿La prensa?. Cómo te va a tratar, como la diva que eres. ¿Sabes estuve tentado a entrar en tu camerino, pero la multitud era tan apabullante que hasta la policía tuvo que desplegar un cordón que impedía el paso. Claro que le dije que era tu mayor fan, el personaje tragicómico que cae inerte si alguna vez no sigue los pasos que marcas. Londres, París, Roma, Milán y luego el salto a América, Nueva York, Boston, Chicago, Las Vegas. ¿Cómo?, A sí, claro, lo olvidaba, Dublín y Asia y todo el mundo que se postra atónito al oir esa voz que traspasa las fronteras de lo humano para convertirse en divino. ¿Mis cosas?. Mis cosas van mejor, ¿sabes? En la pensión todos te adoran y me piden entradas para verte. El otro día sorprendí a Doña Paca, la patrona, cogiendo a hurtadillas tu fotografía y llevándosela al pecho con inefable gozo. Por cierto, Don Francisco,  el que te conté que se quedó viudo, anda ya en líos con una lotera de Fuencarral. Parecen dos tortolitos. Primero se miran, luego él le guiña un ojo, y como dos pipiolos enamorados, entrelazan sus manos bajo la falda camilla. El amor Margot que no conoce la frontera de los años. Pero no te preocupes por mí, aquí aunque no sobrado en cuartos, voy tirando lo que me queda de vida y visitándote en este tu teatro que aunque frío y tétrico, intento que esté lo más acogedor posible, Claro que te quiero, cómo no voy a hacerlo después de tantos años. Claro que añoro tus risas, tu mirada clara y limpia y la vez que me tendiste la mano para que te la besara. El tacto de esa piel suave de dedos largos y estilizados, el perfume que despedía tu cuerpo agotado por el cansancio. Ves me estás haciendo llorar y sé que esto no te gusta.
- Don José. Son las nueve y vamos a cerrar. Ya sabe que por mí..
-  Ya lo sé hijo. Un momentito que ya me despido. 

Hay que ver Margot cómo está la juventud de hoy en día, miran el reloj como deseando que el tiempo pase más rápido de lo que lo hace. Pero bueno, las normas se han hecho para respetarlas. Te he traído un ramito de margaritas. Con la pensión que me ha quedado, no me da para mucho más. Bueno cariño. Me marcho. La lápida te la he dejado reluciente, ya sé lo coqueta y aseada que eres. ¿Le has preguntado al de arriba si vas a tardar mucho más en venir a buscarme?. No, si es por estar preparado. 

- Señor, No se olvide el sombrero.

- Gracias. Ayúdame a levantar, estos huesos….

- Don José. ¿Quiere apoyarse en mi brazo?.

- Te lo gradezco, hijo. ¿Sabes?. Esta es la tumba de Margot Rodríguez San Pedro. Una diva como no ha habido otra igual.  

La noche se cierne en el cementerio, Don José, renqueante se aleja del brazo del joven que escucha con una sonrisa benévola...
Detrás, detrás quedan los muertos dejándonos como una reliquia su vivo recuerdo.

lunes, 13 de mayo de 2013

PUBLICACION DE MI PRIMER LIBRO

Al final fue tan fácil como coger un folio, sacar punta al lápiz, poner cara de escritor  y dejar que la imaginación volase hasta poder presentaros este libro repleto de  relatos escritos con LETRAS MAYORES para todos los públicos.