Me llamo José y lo que pretendo es contaros retales de una vida que aún siendo consciente de que si la comparamos con la de multitud de personas que se han destacado por la huella dejada durante el paso de su existencia, me parece ridícula y aún ahora que comienzo a escribirla me hace sonrojar. Espero que seáis magnánimos a la hora de juzgarme ya que lo único que pretendo es amenizaros los tediosos trayectos sentados en el autobús, en el metro o en cualquier medio que utilicéis para ir a vuestro trabajo, o simplemente para evitar que tengáis que contar ovejitas a la hora de intentar conciliar el sueño. Me gustaría que solo lo vierais como ésto, sin otro tipo de connotación, que por otra parte creo sometería a un juicio de valor desorbitado a este pobre proyecto de escritor o contador de cosas que pasan o de cosas que han pasado. Me permitiréis alguna licencia y comprenderéis que se producirán situaciones en las que no quiera ni pueda entrar por preservar una intimidad que en todo caso estará justificada.
Suma pretendo que sea una acumulación de lo vivido y de lo que está por llegar.
Y vive como un grito de esperanza.